Un día un gatito se perdió de su familia. La mamá gato estaba muy preocupada y se puso a llorar. El gatito andaba y andaba hasta que se encontró a una familia. Pensaba que esa era su familia, pero eran personas. Entonces la niña, que se llamaba Ángela, cogió al gatito y lo llegó con su mamá. La mamá gato se puso muy contenta y paró de llorar.
FIN