Había una vez una arañita que vivía por de día y por de noche muchas aventuras. Se llamaba Piti y era mediana. Era de color negro y tenía ocho patas. Una noche Piti se encontró un castillo misterioso y entró por la puerta.
Por dentro era muy bonito, pero en ese castillo vivía un fantasma que se llamaba Blanqui. La arañita Piti subió por la escalera y de repente:
-¡¡¡¡Aaaahhhhhh!!!
-¡¡¡¡Un fantasma!!!!- gritó Piti.
CONTINUARÁ...