Un día Susi se fue al campo, se encontró con un conejo que estaba muy muy triste.
Susi le preguntó que le pasaba y le respondió que estaba tan tan triste porque no tenía amigos.
Susi le dijo que ella podía ser su amiga. La conejita se pinchó con una espina, Susi la curó como era su amiga le echó unos polvos mágicos y se puso bien.
Jugaron a la pelota, a dar saltos, a correr y a muchas cosas más, se lo pasaron pipa y bomba.
continuará...