Pedro y Lucas eran dos amigos que vivían en la misma calle.
Un día la mama de Lucas le dijo de pasar un día en la playa.
Pedro y Lucas se pusieron muy contentos.
Al llegar a la playa lo primero que hicieron fue meterse en el mar, después pensaron en hacer un hoyo, empezaron a escarbar con sus palas hicieron un hoyo muy hondo y
se miraron y sonrieron.