Una mañana de invierno, el ratoncito Pérez estaba jugando en su habitación con sus juguetes. Por la noche tenía que ir a la casa de Cecilia porque se le había caído un diente.
Pero Cecilia tenía un gatito que se llamaba Luli. Cuando se hizo de noche, el ratoncito fue a la casa de Cecilia. El gato estaba vigilando por si había algún ratón para comérselo. El ratón Pérez entró sin hacer ruido. Luli escuchó algo, Pérez escuchó algo, Cecilia escuchó algo y de repente...el gato saltó y fue muy rápido para cazar a Pérez. Cecilia se despertó, cogió a Luli y le puso comida en su platito. Luli no tenía hambre, sólo quería jugar con Pérez. Cuando Cecilia se durmió, el ratón Pérez cogió el diente y le dejó un juguete. Luli y Pérez se hicieron amigos y jugaron mucho rato.
FIN