Al día siguiente Piti se miró en el espejo y descubrió que ¡¡¡se había puesto de colorines!!! Las patas las tenía de muchos colores, su cabeza de color rojo y el cuerpo amarillo. Sentía algo y es que... ¡¡¡se había vuelto loca!!! Se hacía grande, pequeña, normal y todo el rato así. Entonces Pepe fabricó una nueva poción para que Piti se volviera normal. Era una poción transparente, la cogió del grifo del laboratorio y era agua. Cuando Piti se la bebió se volvió normal.
CONTINUARÁ...