Un día por la tarde la familia Cuchufleta fue al supermercado. Iban a hacer la compra todos juntos.
Cada uno cogía lo que más le gustaba. Rocío era muy coqueta y se fue al sitio del maquillaje, Iker fue a por las patatas, gominolas y todas las chucherías, y papá y mamá a por la comida que tenían que comprar.
Iker y Rocío estaban corriendo por los pasillos y de repente...
-¡pum! los dos chocaron y se cayeron de culo al suelo.
Un niño que había cerca empezó a reírse, ja,ja,ja.
Iker y Rocío se pusieron rojos de vergüenza. Entendieron que en los supermercados no se debe correr porque pueden ocurrir accidentes.
A pesar de la caída se lo pasaron pipa, y sus madre les compró lo que querían, un pintalabios a Rocío y chucherías a Iker.
Continuará...