Había una niña que se llamaba Ángela. Un día fue a un Safari con su familia. Había cinco jirafas. Ángela le dio de comer una manzana a la jirafa más grande.
La jirafa sacó una lengua muy oscura y muy larga y luego se la comió.
Ángela fue una niña muy valiente porque no tuvo miedo al darle de comer.
Después tocó un elefante. Era grandísimo y su trompa era muy dura. Para comer paja enrollaba su trompa y se la metía en la boca.
Al hipopótamo le lanzó una manzana y cuando decías:
-«ñam ñam»- abría la boca.
Fue un día muy divertido.
FIN